Por María Belén Condori
Cuando pensamos en un delincuente, en nuestra mente surge el concepto de un hombre descuidado, con vestimenta pobre o de mal gusto y con un sentido de ética y moralidad casi inexistente. Sin embargo, cuando concebimos la imagen de un mafioso, proyectamos en nuestra mente la imagen de un hombre de traje y sombrero, un hombre de negocios que se rige por un código de honor y que considera su palabra la garantía de una promesa.
Sabemos cómo es un delincuente corriente en la vida real ya que en algún momento nos ha tocado ver uno en la calle, en un bar o en distintos lugares transitados o en el peor de los casos, ser la víctima de uno. Pero ¿Desde cuándo sabemos cómo es un mafioso realmente sin haber tenido algún tipo de contacto con alguna con estas figuras?
Para contestar a esta interrogante empecemos conociendo acerca del film estrenado en 1972 titulado “El Padrino”, película dirigida por Francis Ford Coppola, basada en la novela de Mario Puzzo y protagonizada por Marlon Brando y Al Pacino. Hablar de El Padrino es hablar sobre lealtad, familia, justicia, venganza y que en definitiva revolucionó el cine de Gánsteres.
El padrino desarrolla en su trama principal la historia de la familia Corleone, una de las cinco familias de la mafia italo americana. En ella nos presentan a quien ocupa el puesto más importante en una organización mafiosa, “El Padrino” o el “Don”, acto seguido a lo largo de la primera entrega nos muestran cual es la organización jerárquica en las llamadas familias. Así como, el sistema que manejan a través de la comisión, otorgándole ayuda mutua, llegando a acuerdos para no interferir con los intereses del que está a lado y dando en garantía su palabra como hombres honorables. Sin lugar a duda, los mafiosos no son bandidos comunes y corrientes, sino que rigen su actuar a un código moral. Haciendo a sus integrantes acreedores a una clase de respeto único entre sus iguales, siendo este un privilegio que ni los asesinos seriales o narcotraficantes reciben.
Referirnos a esta cinta es central ya que marca un antes y después. Es El Padrino el film que marca este nuevo concepto de la mafia y que incluso cambia la manera en la que los mafiosos se consideraban a sí mismos. Retratándose como personas honorables, elegantes y con gran aprecio a la familia. Llevando a criminales como el mafioso Craig Anthony Fiato de hablar con jerga callejera a articular sus palabras y hablar con propiedad.
“El Padrino se convirtió en su Biblia, su Corán, los legitimó en esa idea del honor y la omertá”, así lo afirma Tim Adler, escritor que trata temas relacionados a Hollywood y la mafia.
En diferentes ocasiones, en pinchazos telefónicos a bandas criminales se empezó a escuchar con frecuencia frases literales de la película “El Padrino”, tales como: “Voy a hacerle una oferta que no puede rechazar”, o “Si tienes un enemigo, ese sería también mi enemigo”. Asimismo, en diferentes redadas de la Policía se encontraron DVD de El Padrino y similares del cine de Gánsteres.
Del mismo modo, no podemos negar el parecido de algunas escenas o personajes de El Padrino con la realidad, como lo es la trama que se desarrolla alrededor de Johnny Fontane que tiene un indudable parecido con la vida de Frank Sinatra o la escena de la muerte de Sollozo, inspirado en un incidente en Coney Island en 1931 en el que Lucky Luciano intento derrocar a Giuseppe Masseria.
Entonces podemos afirmar que, indudablemente nos encontramos ante el resultado de la producción de un arte con la capacidad de retratar la realidad, ejercer gran influencia en sucesos de la vida real y de cambiar el mundo. Claro que este hecho no pasa con todas las cintas cinematográficas sino solo con las logran la “perfección” en el nivel técnico y en el contenido de su relato. Tal como es el caso de El Padrino.
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1. Adler, T. (2011). Hollywood and the Mob (1er edición). Bloomsbury Paperbacks.
2. Smith, J. L. (2004). The Animal in Hollywood (1er edición). Barricade Books.
3. Marinero, I. (2019, 14 noviembre). La historia secreta del cine de mafiosos: «El Padrino es la biblia de los gángsteres». ELMUNDO. https://www.elmundo.es/papel/cultura/2019/11/14/5dcc4624fdddfffd2e8b4609.html.
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